He decidido tratar de retomar lo de bloggear.
Me gustaba la dinámica de los blogs, antes de la aparición y normalización de las redes sociales, cuando cada cual interesado en escribir, dibujar o compartir algún conocimiento o pensamiento con el mundo, tenía su blog, subía a internet sus cosas y lo hacía sin esperar ninguna interacción a cambio. De hecho, cuando se producían interacciones era con gente que también seguía la misma dinámica. En general era una relación virtual entre gente con intereses y conocimientos, basada en dichos intereses y conocimientos. Después llegaron las redes sociales, y toda aquella persona sin ningún interés previo en nada creativo, se arrojó a ellas, creando una sensación de hervidero cultural. Gente que jamás había escrito más que por obligación, de repente vio en las redes un reflejo de la barra de bar y se lanzó a cacarear banalidades. Y en eso se convirtieron las redes, alimentadas por una mecánica de “likes” y “share” cuyo único objetivo era favorecer una entrada de “contenido” continua entre la que introducir publicidad y propaganda, consiguiendo en el proceso que las empresas detrás de esas redes se lucraran no solo con ello, sino también con los datos de sus usuarios, y posteriormente incluso procesando todo lo que estos habían compartido para alimentar LLMs (Large Language Models) y IAs generativas de imágenes.
Así que aquí estamos, tratando de reavivar el caduco acto de bloguear en un internet prácticamente muerto, donde hay más bots que humanos, y donde las falsas imágenes regurgitadas por algoritmos programados por gente sin ética, y alimentados a base de robar el fruto del esfuerzo humano, inundan todo.
Además de relanzar esto, voy a comenzar a utilizar Substack como newsletter de forma esporádica, como mucho una vez a la semana (dudo que llegue a una al mes). El resto de posts que quiera hacer, serán en el blog de blogger, pero en la newsletter irá una reseña, resumen o (en algunos casos) un repost de los mismos. La idea es que el contenido importante y duradero se encuentre en el blog, pero no te lo pierdas si estás suscrito al substack. Eso sí, contenido de newsletter en el blog, en plan “esta semana firmaré en Villapatata”, lo dudo.
Mi SUBSTACK
Y ahora vamos al lío, a lo interesante, a los CÓMICS.
Hace un año, inmerso en unas circunstancias que no voy a comentar -porque me lo guardo para hacerlo en forma narrativa cuando esté preparado- conseguí sacar tiempo para hacer una historia corta (4 páginas) para el FANZINE RELÁMPAGO, un proyecto impulsado y editado por Ulises Lafuente.
Siempre me ha gustado utilizar las historias cortas para experimentar estilisticamente o formalmente. En este caso quería encontrar un estilo que me sirviera para un proyecto largo, y formalmente la idea era hacer algo un poco metacomic, donde la propia narración influye en la estructura de la página (tapa textos, mueve viñetas) y a su vez lo resultante influye en lo narrado (la de malentendidos que se podrían evitar si una explosión que todavía no ha ocurrido no tapara tu bocadillo de texto, no?)
Hasta la próxima y gracias por tu atención.